2 de febrero de 2012

DEMASIADO ESTADO PURO

 











Escribía en la última entrada del 23 de enero sobre el Espanyol en estado puro que nos estaba deparando ese mes. Faltaba algo. Lo sabía yo, y lo sabía cualquier despistado perico que hubiera leído esas líneas. Ese algo tenia nombre propio, y era Mirandés. El nombre es casi una anécdota. A lo largo de nuestra historia se ha llamado Valladolid Promesas, Villarreal versión folk 1992, Terrassa, Nàstic, Manlleu y un largo etcétera de soberanos tortazos.

Muchos pericos estábamos preocupados pensando en un partido de vuelta de semifinales en la temible leonera de San Mamés, y nos encontramos que nuestros chavalines no soportaron siquiera el empuje de Anduva y la presión mediática del "toooooodaaaaaaa Españaaaaaaaa con el Mirandés".Adiós, copa, adiós.

Y para despedir enero, final de fiesta en Cornellà con partido-basura, gol de risa y ¡¡¡ oh, milagro !!!, ayudita arbitral. Como no teníamos suficiente, unos silbidos para el limitado Galán, que la mayoría del estadio acalló con unos aplausos, tan generosos y bienintencionados como surrealistas.

Finalmente, tanta pureza se nos ha subido a la cabeza a todos. ¿Puedo creerme de verdad que vayamos quintos en la clasificación, con los mismos puntos que el cuarto, o fue un error del teletexto? ¿Será cierto que hemos fichado tres tíos, tres, en el mercado de invierno, y que hacen buena pinta?. Aquí está pasando algo, y yo me lo estoy perdiendo. Debe ser la edad, que no perdona. Leo en una encuesta que el 75% de la pericada cree que el objetivo debe ser Europa, y que el 54% piensa que hay que mirar de reojo la Champions. Como el tal Coutinho nos salga medianamente bien, algunos plantearán la visita al Bernabeu como un paseo militar, lo estoy viendo. En fin..... Espanyol en estado puro, 2ª parte.

23 de enero de 2012

ENERO : ESPANYOL EN ESTADO PURO

Hace unos días, viendo el DVD "La força d'un sentiment", escuché a una de las pericas protagonistas cómo explicaría nuestro sentimiento a otra persona. Simplemente, llevándolo a un partido, sentándolo en la grada, y que observara y sobretodo, sintiera.

Desde luego, dio en la diana: no hay otra manera mejor de intentar explicar el club y la afición que esa. Ni mil vídeos ni cien libros que se publicaran podrían hacer entender cómo el Espanyol puede llegar a ser una droga, y de las duras.

Si durante este mes de enero que está a punto de terminar hubiéramos llevado durante todos los partidos al estadio a un amigo no futbolero, éste hubiera tenido dos opciones: o bien pensar que en aquel lugar se congregaban cada pocos días todos los dementes de Catalunya, o simplemente dejarse arrastrar por ese torrente de pasiones y abrazar la fe perica.

¿Cómo explicar con un mínimo de raciocinio la celebración del gol al Barça, tal cual hubiéramos ganado la Champions? ¿Cómo entender que un equipo que hace una primera parte de antología ante el Córdoba, bordea al ko en la segunda, y celebra de nuevo un gol en el 88 que lleva al éxtasis a 20.000 locos? ¿Quién le podría hacer comprender que tras 84 minutos de inoperancia ante un buen 2ªB, el mismo equipo sea capaz de marcar 3 goles en 4 minutos? ¿Cómo decirle que tras quedarnos en 24 horas sin tres delanteros centro, el equipo golea a un Primera división y firma su partido más plácido en la Liga?.

Simplemente, Espanyol en estado puro, una droga dura que se pasa en vena de abuelos, padres o tíos, a hijos y sobrinos. No todos están preparados para soportar sus efectos, ni especialmente para aguantar a los que han optado por la nicotina oficialista y se creen los más guapos. Pero los que caímos en sus redes sabemos que, como los viejos chamanes, podemos ver el fútbol mucho más allá de un gol, una copa o un albornoz canjeable por treinta y dos cupones de cualquier periódico subvencionado.