23 de enero de 2012

ENERO : ESPANYOL EN ESTADO PURO

Hace unos días, viendo el DVD "La força d'un sentiment", escuché a una de las pericas protagonistas cómo explicaría nuestro sentimiento a otra persona. Simplemente, llevándolo a un partido, sentándolo en la grada, y que observara y sobretodo, sintiera.

Desde luego, dio en la diana: no hay otra manera mejor de intentar explicar el club y la afición que esa. Ni mil vídeos ni cien libros que se publicaran podrían hacer entender cómo el Espanyol puede llegar a ser una droga, y de las duras.

Si durante este mes de enero que está a punto de terminar hubiéramos llevado durante todos los partidos al estadio a un amigo no futbolero, éste hubiera tenido dos opciones: o bien pensar que en aquel lugar se congregaban cada pocos días todos los dementes de Catalunya, o simplemente dejarse arrastrar por ese torrente de pasiones y abrazar la fe perica.

¿Cómo explicar con un mínimo de raciocinio la celebración del gol al Barça, tal cual hubiéramos ganado la Champions? ¿Cómo entender que un equipo que hace una primera parte de antología ante el Córdoba, bordea al ko en la segunda, y celebra de nuevo un gol en el 88 que lleva al éxtasis a 20.000 locos? ¿Quién le podría hacer comprender que tras 84 minutos de inoperancia ante un buen 2ªB, el mismo equipo sea capaz de marcar 3 goles en 4 minutos? ¿Cómo decirle que tras quedarnos en 24 horas sin tres delanteros centro, el equipo golea a un Primera división y firma su partido más plácido en la Liga?.

Simplemente, Espanyol en estado puro, una droga dura que se pasa en vena de abuelos, padres o tíos, a hijos y sobrinos. No todos están preparados para soportar sus efectos, ni especialmente para aguantar a los que han optado por la nicotina oficialista y se creen los más guapos. Pero los que caímos en sus redes sabemos que, como los viejos chamanes, podemos ver el fútbol mucho más allá de un gol, una copa o un albornoz canjeable por treinta y dos cupones de cualquier periódico subvencionado.