19 de diciembre de 2011

EL PLACAJE

Los hay que dicen que los pericos nos quejamos en demasía de los arbitrajes. Que lo que un día te quitan, otro te lo dan. Quienes suelen decir esto, habitualmente profesan su amor a unos equipos que comienzan la Liga con unos cuantos puntos de más, regalo del colectivo arbitral. Y cuando por una extraña conjunción astral o bien por un error del juez de turno, les señalan un penalti incorrectamente o les anulan un gol por fuera de juego inexistente, nos lo recuerdan durante una semana, un mes o una eternidad (que se lo invoquen al espíritu de Guruceta).

Nosotros, a sufrir en silencio, como los del Racing, Sporting, Zaragoza, Sevilla y tantos y tantos equipos. Lo que sucede es que el Espanyol encandena una serie de rachas de errores que podrían hacernos sospechar a todos, incluso a los que nos declaramos ingenuos en esto de las confabulaciones federativas. Resulta que somos el equipo con peor balance de penaltis a favor y en contra de los 20 de primera división, y que ni recordamos cuando hemos realizado el último lanzamiento desde los nueve metros. Resulta que tenemos el peor balance también entre tarjetas recibidas y provocadas, a pesar de que en casi todos los encuentros hemos tenido más posesión de balón y nos han hecho más faltas. Resulta que nos han pitado el penalty más absurdo de la reciente historia de la Liga española, tras un balonazo en un ojo, bautizado ya como "ojonalty". Resulta que los porteros visitantes en Cornellà pueden perder tiempo sin ser tarjeteados por el árbitro hasta el minuto 89, mientras a Cristian Álvarez, con 4-1 en el marcador a nuestro favor, le llamó la atención el colegiado el día del Atlético.

Resultan tantas cosas, y tan extrañas, que comienzo a pensar mal. No quiero, pero no me queda otro remedio. Cuando el pasado sábado Sergio García superaba al último defensor del Sporting al borde del área y se disponía a encarar al portero, y fue zancadilleado y después literalmente placado al más puro estilo rugby, lo ví claro. El árbitro no tuvo más remedio que señalar falta, pero dejó al zaguero sportinguista sin tarjeta alguna, cuando reglamento en mano podía hasta haber enseñado la roja (por mucho menos Amat se fue al vestuario en el estadio del Levante).

Si ya de por sí nos cuesta lo que nos cuesta marcar gol, sólo falta que los defensas rivales cuenten con patente de corso para evitar cualquier jugada de peligro nuestra. Jornada a jornada, el Espanyol sigue sufriendo placajes, y no precisamente de los contrarios.

14 de noviembre de 2011

ENGLAND SAVE THE FOOTBALL

"God save the Queen", cantaron casi 80.000 voces el pasado sábado en el Wembley Stadium al inicio del partido entre las selecciones de Inglaterra y España. "England save the football" (Inglaterra guarde al fútbol) pensamos unos cuantos al final del encuentro.
Superados algunos tópicos patrioteros que nos hablaban de la Pérfida Albión en tiempos pretéritos, siempre me he declarado un admirador del fútbol inglés. En mi caso, los sábados por la tarde son para la Premier.

Hay quien afirma gratuitamente que es un fútbol carente de técnica, como si conseguir meter un balón con rosca desde 30 metros al centro del área  para que el nueve de tu equipo lo cabecee con ventaja fuera una cuestión de mera fuerza. Es posible que no tenga el gambeteo argentino,  el adorado tiki-taka hispano, la sambafútbol brasileira o la picardía italiana. Pero nadie debiera minusvalorar el hecho de que fueron ellos, los ingleses, quienes inventaron este deporte, le dotaron de normas y, lo que es más importante, quienes a principios de este siglo XXI siguen manteniendo más vivo el espíritu de este maravilloso deporte.

Cuando unos iluminados estudiantes de Cambridge crearon las primeras normas hace más de 150 años, ya dejaron bien claro que éste era un juego en el que ganaba el que metía más veces un balón entre tres palos que defendía un equipo rival. Y esto debiera ser lo más importante, al igual que en baloncesto todo se mide por el número de canastas que consiguen, o en beisbol las carreras que consigues tras correr las cuatro bases.

Pero no, el fútbol es tan y tan especial que tiene que dar de comer a muchos ideólogos, filósofos y en general, vividores. Ahora el fútbol resulta que consiste en dar tropecientos toques a la pelota (aunque no ganes ni un metro al rival), obtener una posesión de balón del 70% como mínimo, achicar espacios e inventarse un ADN especial. Sí, perfecto. Todo eso está muy bien cuando además (o como causa de ello) tienes tu equipo repleto de estrellas, de seis o siete tíos que la toquen de maravilla y tres o cuatro que aporten músculo para que los artistas no estén desprotegidos.

Los que ganan, ganan porque tienen los mejores jugadores y sus entrenadores no estropean demasiado el asunto. No mareemos más la perdiz, por favor. Ya lo dijo Cruyff hace unos años: "yo no podría entrenar al Cádiz....". Nos ha fastidiado. Sal con el Cádiz al Bernabeu o al Camp Nou con tres defensas adelantados y te vas con una docena en el saco, y el cese en el mismísimo autobús del equipo.

Por eso, una vez más Inglaterra le hizo el enésimo favor al fútbol ganando a la selección española. Nos recordó a todos que el fútbol consiste en meter el balón en la portería rival. Que pulverizar récords de pases buenos y posesión de pelota no sirve para nada cuando los de enfrente saben defenserse ordenadamente, cuando tú no tienes en tus filas un tío capaz de coger la pelota a 35 metros del arco y regatear a toda la defensa y portero, ni un delantero que sea capaz de cabecear un buen centro (ni laterales que los hagan). Inglaterra la metió una vez. España, se acercó al final, pero nada de nada. ¿Fue mejor la selección española?. Rotundamente no, de la misma forma que no sería mejor un equipo de baloncesto que agotara cada vez los 24 segundos de posesión entre pases por la espalda, pero hiciera 58 puntos, y su rival 60.

El fútbol actual necesita un lavado de tanta tontería, de tanta alabanza excesiva a un juego de toque inútil en mediocampo que, reconozcámoslo ya sin tapujos, comienza a aburrir. El mejor partido que he visto en los últimos meses fue el Chelsea-Arsenal, con un 3-5 para los "gunners", con la pelota corriendo de portería a portería en cuestión de segundos, con los jugadores a tumba abierta sin perder un segundo en lesiones simuladas y, sobre todo, con ocho benditos goles que repartieron emoción hasta el minuto 94 de partido.

Los ingleses regalaron al mundo el invento del fútbol, pero se debieron reservar para ellos los artículos del reglamento que hacen referencia a las áreas y las porterías, porque en buena parte del planeta parecen haber olvidado que existen. Gracias por recordárnolos de vez en cuando. Thanks.

28 de octubre de 2011

YA TENEMOS EL NUEVE


     






Mauricio y los chicos ya avisaron que estaban hartos de oir hablar del nueve que muchos dicen que le falta al equipo. Así que, tras una rueda de prensa algo subida de tono por parte del míster, decidieron fabricarse su propio nueve, sin esperar a que ningún directivo tuviera que rascarse el bolsillo. Vallecas, Santander y Cornellà (o, lo que es lo mismo, Rayo, Racing y Betis) han sido su NUEVE particular. Tres de tres victorias. Tres goles. Nueve puntos.

Algunos seguirán diciendo, no exentos de razón, que seguimos sin un killer que asegure victorias en partidos trabados. Como eso vale un pastón (el Atleti ha pagado 40 kilos por Falcao, y van como van a pesar de sus goles), más vale echarle imaginación. En  nuestro caso, sacar a Álvaro de titular para que haga correr a la defensa rival  hasta la extenuación, y aprovechar ese cansancio para colocar a un Pandiani que en quince minutos te la lía a la que le des un metro cuadrado de libertad. Además, esos minutos de Álvaro son una fantástica inversión de futuro en cuanto comiencen a entrar los balones en la portería, que entrarán. Otra cosa es que cuando consiga más de diez goles, el área económica le cosa en la zamarra un código de barras con el precio encriptado.

Sin embargo, lo más importante de esos nueve puntos creo que ha sido la sensación de solidez defensiva que ha dado el equipo. Como el pasado año, un Raúl Rodríguez inmenso nos ha sorprendido en el centro de la defensa. Si se llamara Rodrigovic y lo hubiéramos traído deprisa y corriendo de la liga belga, ya lo estaríamos elevando a la categoría de crack. Pero no, la maldición de la zeta impide que un Álvarez, Vázquez, López, Márquez o Rodríguez merezcan algo más. Que dure esa ilusión. Ese plus en la lucha, esa defensa con partidos a cero, es lo que históricamente ha conseguido buenas temporadas para el Espanyol.

Puede que el Málaga nos meta cuatro el domingo. Puede, porque tiene jugadores para hacerlo y se ha gastado en fichajes en los dos últimos años lo que nosotros en una década (o más). Pero si jugamos con la intensidad  de los tres últimos partidos el Málaga tendrá que apelar a la individualidad y la suerte, y estos son factores que en la mayoría de las ocasiones no son suficientes para ganar.


Ni éramos tan malos hace dos semanas, ni somos tan buenos ahora. La única ventaja es que, ganando partidos, los jugadores acaban creyéndose que si son buenos. Que se lo pregunten al Levante....

5 de octubre de 2011

ESTO ES UNA REGLA DE TRES



Algunos siguen defendiendo que  esto no es una liga de dos. Si lo creen de verdad, que sigan escribiendo la carta a los Reyes Magos en diciembre. Si no, es que pertenecen a esa cada vez más grande masa de interesados en vivir, y bien, de este culebrón en el que se ha convertido la Liga Española.

Que sí, que puede que el Levante y el Racing sean capaces de parar al que lleva camino de ser el eterno segundón. A base de poner el autobús en el área y unas decenas de cirios a la patrona local. Quizás tuvieron más suerte que nosotros, y en el minuto 30 no acumulaban tres tarjetas amarillas los jugadores que curiosamente más estaban destacando en ese partido. A veces hasta tienes esa fortuna cuando juegas con uno de los "grandes" y el árbitro de turno se despista.

El Real Madrid presentaba una alineación titular con 11 jugadores internacionales por sus respectivas selecciones. 5 de ellos vigentes campeones mundiales. Aún así, tuvimos que soportar los llantos de sus acólitos en prensa, radio y TV acerca de las bajas que sufrían. Manda narices. Ojo, que nosotros pudimos contraponer nada menos que a Dátolo (que, hay vídeos, sí, jugó con Argentina), Weiss (con la potentísima Eslovaquia), Romaric (Costa de Marfil), Héctor Moreno (México) y un Sergio García que tuvo su momento de gloria -banquillera, eso sí - en la Eurocopa de 2008. No nos podemos quejar, pedazo de llorones.

¿Qué más da que el presupuesto de unos y otros registre un 500-45 de proporción? ¿A qúién le importa?. Lo dijo Pochettino el día anterior en rueda de prensa y no mereció titular alguno. ¿Podían llegar a razonarlo -si son capaces de tal proeza, claro- los enjaulados seguidores merengues del sector visitante de la grada que dedicaron los últimos diez minutos de partido a gritarnos aquello tan bonito de "A Segunda", o "perico vete a tu casa", entre olés por los pases de sus estrellitas en su propio campo?. ¿Podían siquiera mencionarlo los Ronceritos que han invadido las televisiones y redacciones de diarios?

Es el fútbol que tenemos, y quizás el que nos merezcamos en este país. Un país con una cultura deportiva rastrera y ventajista que se manifiesta desde los partidos de benjamines de cualquier competición. Un fútbol que ha decidido no mirar a Europa en la gestión de sus clubes y de su Liga, de la misma forma que hace más de un siglo algún iluminado decidió que de los Pirineos para abajo era mejor inventarse un ancho de vía ferroviario diferente.

El 0-4 del domingo nada tiene que ver con la gestión deportiva, la pretemporada, los fichajes o los traspasos. Fuera vendas de los ojos. Es tan fácil como una regla de tres matemática.... 500 millones de euros es a 45 millones, como.....  ¡¡¡ caramba, si aún salimos vivos !!!.

23 de septiembre de 2011

Y SIEMPRE ACABAMOS CON EL RIFLE...

Dicen que la historia siempre se repite. En el fútbol, seguro. Ayer por la noche, una vez más, un Rifle nos sacó las castañas del fuego en el momento más oportuno. No era la primera vez, y hasta deseo que no sea la última.

No hace falta una gran memoria para acordarse de un gol de Walter Pandiani ante el Deportivo en un partido de ida de semifinal de Copa, en el último suspiro, que a la postre significó un título. Tampoco hay que ser un estudioso del fútbol o del Espanyol para recordar aquellos once goles en la UEFA 2006/2007, que nos valieron una final europea de la que él no pudo disfrutar como titular. Sí hay que hilar un poco más fino para acordarse de que fue él quien peinó de cabeza un pase de largo de Dani Jarque, y que fue a parar a los pies de Coro en el tiempo de añadido contra la Real Sociedad un 13 de mayo de 2006. El final de la jugada lo conocemos todos.

De nada sirvió todo eso para que incomprensiblemente acabáramos regalándolo a Osasuna, en un extraño cambio por Valdo, cuyos números y rendimiento deberían haber bastado para cesar a algún responsable deportivo. Cuatro años más tarde, Walter, su camión y sus goles están de vuelta. Hay quien dice que ya no está para noventa minutos. Puede. Otros añaden que sus 35 años no son la mejor acreditación para un fichaje. Yo me quedo con los hechos: minutos ante el Athletic templando el partido, media parte ante el Zaragoza en la que el equipo jugó mejor.  Ayer, unos minutos para crear peligro en las cuatro acciones en las que intervino, y acabar como siempre lo ha hecho: marcando en el minuto 92. Como un killer. Buscando el rechace en el área, chutando a reventar, y dejando al rival sin posible respuesta por falta de tiempo.

Los viejos pistoleros del oeste desconfiaron de las metralletas. Un buen rifle les aseguraba necesitar menos munición y más fiabilidad. Un disparo, a lo sumo dos, y blanco. En el Espanyol parece que hemos desempolvado también el viejo rifle del armario cuando hemos descubierto que la metralleta disparaba mucho, pero a veces sin ton ni son.


12 de septiembre de 2011

ESPANYOL-2 ATHLETIC-1: COMO HACE 34 AÑOS

         

Cayeron los tres primeros puntos de la Liga. Más exactamente, de nuestra liga, porque el Athletic, con sus mundialistas y su entrenador de relumbrón (¿de dónde sacará tanto fan Bielsa?),es uno de los equipos de esa liga particular que disputamos catorce de los veinte clubes de Primera. No parece que tenga que sufrir demasiado, tampoco está para Champions, pero su devenir dependerá de la fortaleza de San Mamés y de que los golpes de la fortuna sean favorables o desfavorables. Vamos, como nosotros, sin ir más lejos.

El partido me ha gustado. Incluso para ser la segunda jornada que se disputa, el ritmo de juego ha sido intenso por ambas partes. Se podrá seguir argumentando que el equipo adolece de cierta picardía veterana en lances puntuales, pero lo suple con ilusión. Y cuando sea necesaria esa dosis  de veteranía, ya hemos visto que podremos contar con "papá" Walter, especialmente si consigue el puntito de forma que ahora le falta.

Christian Álvarez ha pasado con nota un nuevo examen. El pobre chaval va a tener que seguir conviviendo con la alargada sombra del Ambicioso Carlitos y demostrar partido a partido que, además de parar lo que va a puerta, también sabe salir de puños en los balones aéreos. Injusto peaje, desde luego.

De los demás, habrá que destacar que Sergio García se ha vuelto a reencontrar con el gol. Ambos de nueve, oportunista, como debe ser. Baena, casi a la chita callando, ha estado omnipresente en el mediocampo, especialmente cuando el balón no rodaba por el césped o andaba dividido entre leones y pericos. Los demás, incluyendo a los más jóvenes, han estado a un buen nivel en cuanto a lucha, aunque en lo referente a aspectos técnicos alguno aún se ha ganado el "debe seguir progresando" (si puede). Forlín continúa haciéndonos añorar a Jordi Amat, y por ahí sí que las carencias del equipo pueden seguir pasándonos factura, sobre todo en los partidos como visitantes.

Iba hacia el estadio pensando que hacía 34 años, justo el dia de la Diada de 1977, también Espanyol y Athletic se enfrentaron en la segunda jornada de Liga en partido nocturno y televisado . Ambos llegaban también con cero puntos los periquitos y uno los bilbainos. ¿El resultado de entonces?: curiosamente, un 2-1 para el Espanyol con goles de Solsona y Marañón. Fue el primer partido en Sarrià con vallas alrededor del terreno de juego y unas gradas semivacías. Quizás teníamos más nombres en el campo, pero nuestra realidad social y nuestro estadio no tenían ni punto de comparación con la situación actual. Yo me quedo con lo de ahora.




31 de agosto de 2011

MALLORCA, 1 ESPANYOL, 0













El primer partido de esta Liga 2011-12 sólo ha significado una continuidad con toda la segunda vuelta del pasado ejercicio en lo que se refiere a encuentros como visitante. Jugar mal, lo que se dice jugar mal, no lo hemos hecho. El equipo se esfuerza por mostrar un fútbol de toque, de posesión de balón y de la situación y hasta una cierta solidez defensiva. Hay que reconocer que a ratos lo consiguen. Pero faltan mimbres. Eso es más que evidente.
No podemos jugar como el actual campeón de la Champions cuando no contamos con jugadores capaces de dar tres pases seguidos al primer toque sin que ninguno de ellos haga un control malo. Tampoco podemos jugar un fútbol demasiado directo, al estilo británico, cuando no tenemos jugadores potentes en el interior del área, y sospechamos que los nuestros se saltaron las clases de centros con rosca desde alevines.

¿Qué nos queda?. Pues, triste consuelo he de reconocer, lo mismo que a la inmensa mayoría de equipos de esta ¿competición? que alguién osó llamar Liga de las Estrellas. Es decir, sufrir partido a partido. Intentar ser el primero en marcar y sí, entonces, esperar las pequeñas brechas que el rival te va a dejar cuando faltando veinte minutos decida ir a por el empate. No hay otra. Analicemos los partidos del pasado año en Cornellà y a domicilio, y veremos que esa es la película que se repite en el 80% de los encuentros.

Palma y el Mallorca nos dejaron unas notas que en forma de picotazos querría resumir en unos cuantos puntos:

1) El árbitro, que no influyó en el resultado excesivamente, volvió a cumplir la ecuación "colegiado nuevo en Primera + Espanyol : derrota segura". Caserillo anduvo el hombre y sus asistentes, con un fuera de juego inexistente en los primeros minutos de escándalo, y especialmente, con la "solo tarjeta amarilla" en la entrada de Hemed a Javi López en el minuto 43. Clavada a la de Marcelo a Fàbregas en la Supercopa. Aquí ni hubo banquillo que saltara a la cancha ni cagómetro arbitral.
2) ¿Mala suerte en el gol bermellón?. Puede ser. Pero cuando dejas chutar a un delantero rival con absoluta comodidad al borde del área, pueden ocurrir estas cosas. Seguimos adoleciendo de contundencia ante el peligro.
3) El día que consigamos un gol de córner, o de jugada tras un saque de banda, habrá que reabrir las fuentes de Montjuïc. Es incomprensible cómo tiramos a la basura estas jugadas, así como las faltas. La última, lanzada por Verdú, fue de partido de 2ª Regional.
4) Iván de la Peña ha creado escuela, pero para mal. Tanto Verdú como Márquez se empeñan en realizar complicados pases a través de las tupidas defensas rivales, siempre por enmedio. En muchas ocasiones, la opción de un compañero a cinco metros desmarcado la vé todo el campo menos ellos. Sí, evidentemente, cuando uno de esos pases sale bien, todos exclamamos un "oohh" de admiración, pero.....  ¿¿ qué pasa con los nueve restantes que acaban en contraataque del rival??.
5) Físicamente el equipo sí me pareció impecable. En la segunda parte se merendó al Mallorca, que pudo disimular su inferioridad al jugar agazapado tras el gol. Ese mismo desgaste, con el marcador a favor, hubiera tenido un resultado muy diferente. El problema es cuando corres tras un rival que va ganando.

Ahora, a esperar al Athletic Club. Con Weiss, con Pandiani, Maduro o quien quiera que la secretaría técnica pueda o quiera (más lo primero que lo segundo, fijo). Que Cornellà ejerza de nuevo de talismán y Llorente pille un resfriado.


20 de agosto de 2011

VALIENTE HUELGA

Los futbolistas, como todo trabajador, tienen derecho a la huelga. Si estudiamos el perfil de la mayoría de dirigentes que gestionan los clubes de fútbol españoles, casi habría que decir que la huelga resulta justificadísima: aquí se ha venido malgastando en casi todo, y al final se incumple en lo principal, pagar a los empleados del club.
Sin embargo, ésta es una huelga en la que rechinan varias circunstancias y argumentos, así que personalmente la tengo "bajo sospecha".
Empecemos por reconocer que la imagen de unos huelguistas que llegan y salen cada día de su trabajo en Ferraris, Porsches y demás coches de lujo patina un poco. Ellos dirán que lo hacen por solidaridad (preciosa palabra con un uso inadecuado en demasiadas ocasiones). ¿Solidaridad? ¿Con los jugadores que no cobran? ¿Con jugadores que han abandonado clubes que sí les pagaban y se han ido a otros que les han prometido el oro y el moro y ahora no pueden cumplir? ¿Con jugadores que dejan que sus representantes les embauquen una y otra vez?. Uuuuffff, qué mal huele esto. Por otro lado, si es solidaridad con los compañeros de 2ª A o 2ª B que apenas pueden pagar el alquiler de sus casas....., ¿por qué no han creado entre ellos un fondo de auténtica solidaridad para paliar estas circunstancias? ¿O es que el 5% de las fichas de los que sí cobran no permitiría paliar situaciones realmente angustiosas?.

Después está el tema de a quién perjudica realmente esta huelga. ¿A los clubes? ¿A TODOS los clubes?. Fue emotivo ver en primera fila de la AFE a jugadores del Real Madrid y FCBarcelona dando la cara por el colectivo. Pero, si tan indignados están por la situación y tan crítica es.... ¿por qué no comenzaron la huelga la semana pasada y boicotearon los partidos de la Supercopa de España?. Ah, no, eso no, que esos son demasiado grandes para hacerles daño. Mejor comenzar en la primera jornada de Liga, y reventar el taquillaje a Betis y Málaga, por ejemplo. En el colmo de la hiprocresía, los jugadores del Barça parece que el lunes sí jugarán el torneo Joan Gamper. Hipócritas, ¿qué clase de huelga es ésta?. Y si la cosa se alargara, porque dinero para pagar parece ser que no hay.... ¿dejarían de jugar los partidos de competiciones europeas los jugadores de esos equipos?. Me voy a echar unas carcajadas.

El auténtico perjudicado es, como siempre, el aficionado, especialmente el que ha pagado su abono de temporada hace dos meses para que esos jugadores pudieran cobrar seguramente parte de las deudas que los clubes tienen con ellos. A ese aficionado, o al que ya había reservado medio de transporte y hotel para seguir a su equipo aprovechando el final de agosto, que le den.... Total, es tan tonto que dentro de unas semanas irá a la tienda del club a comprarse la camiseta y estampar el número y el nombre de uno de esos valientes huelguistas.

Después de haber puesto verdes a unos controladores aéreos que hacen turnos de trabajo próximos a la esclavitud, es curioso cómo este país acepta la huelga de los trabajadores que más posibilidades tienen de apretar las clavijas a sus jefes para conseguir aumentos de sueldo y mejoras en las condiciones de trabajo. Será políticamente incorrecto, pero a mí esta huelga me parece un insulto al resto de paros que llevan a cabo trabajadores con la soga mucho más al cuello.

10 de agosto de 2011

TRES GOLES PARA OLVIDAR, O NO....

Ganar al Barça nos produce una sensación especial. Ya sea en un partido de benjamines, en una competición de dominó o en petanca. Cuando esta victoria, incluso a veces un mísero empate, se produce en un partido de fútbol oficial, retransmitido en directo por la televisión pública catalana y con un trofeo de por medio, adquiere un plus.
Es el plus del resistente, del que está hasta las narices de aguantar la prepotencia del vecino que te restriega cada vez que te lo encuentras en el ascensor que tiene un Porsche en su plaza de parking, mientras tú acabas de perder media hora buscando un hueco en la zona verde de tu barrio para dejar como puedes tu Seat Panda de segunda mano. Siempre hay un día en el que se le inunda el parking y no puede ni sabe aparcar en la calle, y te lo encuentras horrorizado explicándote lo difícil que está el aparcamiento y lo acojonado que está de que le puedan rayar su tesoro. ¿Envidia?: puede ser, pero qué bien sienta.
El 3-0 de ayer noche en la Copa Catalunya no es para tirarse al Llobregat, ni sacar los cohetes que sobraron de las verbenas. Pero tuvo su morbo. Para empezar, el morbo de ver cómo algunos comentaristas de TV3 tenían que soportar el baile que en muchas partes del partido le metió la cantera perica a la culé. Sí, jugaba Luis García, en funciones de monitor de colonias juveniles, pero sus ya idolatrados Deulofeu, Rafinha y compañía se desdibujaron ante el empuje y buen toque de los Thievy, Cristian Alfonso, Clerc, Pirulo y demás. Escuchar las excusas pre, durante y post partido para intentar explicar la derrota de los azulgrana no tuvo precio. Oir a un directivo culé escudándose en los problemas de fechas da risa. Pues que no se vayan de gira, si tanto quieren a esta competición. ¿O acaso contratarían esos partidos en las américas la semana antes de una final de Champions?.  A estos señores podríamos recordarles que cada vez que se enfrentan culés y pericos, la diferencia de presupuestos es de 450 a 45, y bien que lo callan sus medios de comunicación.

Los argumentos culés se fueron cayendo por sí solos a lo largo de los 90 minutos, derribados por un misil llamado Thievy. Si el chaval hace esto en un derbi de primeros equipos en Cornellà, le ponemos su nombre al estadio.

Me gustaría felicitar al amigo Oriol Vidal por sus comentarios marginales en la retransmisión. Demostró cómo la ironía es la mejor arma que podemos sacar los pericos ante tanto babeo azulgrana, y ayer lo bordó. Mediada la primera parte, el "imparcial" Jordi Grau comentó que apenas habían existido ocasiones de gol, a pesar del buen juego. Ahí surge Oriol al quite, y le recuerda que el Espanyol sí las ha tenido a pies de Thievy, Cristian, etc... El realizador (sospecho que pudiera ser perico también), redondea la faena con un rotulito en la parte inferior de la pantalla:  "Ocasions de gol: FCB-0  Espanyol-4". Culé retratado, culé desenmascarado.

No sabemos qué pasará con Osvaldo. Kameni empieza a oler a fantasma en el vestuario, con todos los problemas que eso puede acarrear. Márquez no renueva, nadie sabe porqué. Para echarse a temblar. Sin embargo, tres goles de un chavalín de 19 años en un partido de filiales nos dieron una quizás falsa esperanza y hasta nos hicieron olvidar la manita sevillana de hace una semana... ¡¡ qué loco está el fútbol y qué locos estamos los futboleros !!



2 de agosto de 2011

2 de agosto de 2009

Que el tiempo vuela es una sensación que se acrecienta con el paso de los años. Debe ser por eso que, con casi cincuenta, me parece que era anteayer el día en el que los pericos inauguramos el nuevo estadio de Cornellà-El Prat. Y hoy mismo se cumplen dos años, 730 días.

Las emociones de aquel primer día han quedado impresas en el cerebro y los corazones de todos los pericos que pudieron asistir, desde los más veteranos hasta los más jóvenes. Para los que crecimos en las viejas gradas de Sarrià y nos trasladamos a disgusto al estadio de atletismo de la montaña de Montjuïc, traspasar el torno de entrada de Cornellà aquel 2 de agosto de 2009 y contemplar aquel auténtico campo de fútbol, cerrado, con olor a césped, con sus inmaculados asientos azules, amplitud en las escaleras, lavabos nuevos y videomarcadores modernos, fue lo más parecido a entrar en el cielo que nos prometían los curas en la infancia.

Lo mejor es que a mí, quizás en menor intensidad, me sigue pasando cada vez que voy a ver un partido del Espanyol. Cuando dejo el coche en el parking del centro comercial, a apenas tres tramos de escaleras mecánicas de la puerta 74, me paseo por las tiendas o bien me quedo a comer algo en uno de los múltiples puntos de restauración con el estadio allí mismo, sigo creyendo que es un sueño. En el momento en el que traspaso el torno de entrada al campo, huelo el césped mojado y escucho los primeros rumores o cánticos que llegan de la grada, una sensación de bienestar me recorre el cuerpo. Tal vez es que conforme nos hacemos mayores (pero mayores de verdad) nos gusta sentirnos como niños de vez en cuando y soltarnos los cinturones de adulto. De la misma manera que ayer disfruté, sin excusas de hijos ni sobrinos a los que acompañar, de la película "Cars 2" de la factoría Pixar-Disney, me encanta que me siga asombrando entrar en Cornellà. De la misma forma que me impresionaba subir las escaleras del anfiteatro de Sarrià entre el olor a puro y los rumores de la gente y esperaba que mi padre me comprara el chupón-caramelo, uno de limón para la primera parte y uno de naranja para la segunda.

A todos los que han luchado porque aquel 2 de agosto fuera una realidad y no un sueño, muchas gracias.

25 de julio de 2011

VUELVE EL FUTBOL, CON INVITADOS

El próximo miércoles vuelve el fútbol a Cornellà-El Prat. Vuelve con sabor a noche de verano y rival de renombre, con más historia que presente: todo un Boca Juniors, la mitad más uno del fútbol argentino, según ellos mismos. Hace algunos lustros, sin televisión en directo y sin las plataformas digitales que nos sirven partidos de todo el planeta durante toda la semana, habría resultado un bombón. Los aficionados hubieran tenido la curiosidad de acercarse al campo a ver a un equipo legendario llegado de las américas y a descubrir cómo se desenvolvía el suyo propio con las novedades propias de la pretemporada.

Ahora no existe tal curiosidad, más allá de comprobar si la joven defensa de los nuestros se afianza, el hasta ahora portero suplente ofrece garantías y Osvaldo no ha perdido el olfato goleador contra los equipos más o menos serios (y rezando para que no destaque demasiado y el del miércoles sea su partido de despedida). A Boca lo puedes ver prácticamente cada semana, y si no es por televisión tienes internet. A los nuestros ya les hemos visto contra el Llagostera. No es lo mismo, pero tampoco habrá grandes novedades con la blanquiazul con respecto a las temporadas anteriores. Albín, Héctor Moreno y los chavales.

A pesar de todo, los fieles estaremos allá. No quiero calcular si seremos los ocho o nueve mil de Montjuïc, o los quince mil de la anterior edición ya en Cornellà. Es bonito soñar con un estadio lleno que espolee a nuestros jugadores, pero la realidad es la que es. Como mínimo, a buen seguro que los seguidores xeneizes darán su propio espectáculo con sus pancartas y cánticos. Nuestra esperanza es que no sean lo mejor del partido.

Periquitos, xeneizes y un ¿invitado? en el palco. Está por ver que Xavier Trías, el actual alcalde de Barcelona, aparezca por Cornellà. En caso de que así sea, habrá que comprobar si los pericos le recuerdan, de mejor o peor manera, que hemos tenido la gran suerte de no encontrárnoslo como suegro. Ver declaraciones de Xavier Trias