28 de octubre de 2011

YA TENEMOS EL NUEVE


     






Mauricio y los chicos ya avisaron que estaban hartos de oir hablar del nueve que muchos dicen que le falta al equipo. Así que, tras una rueda de prensa algo subida de tono por parte del míster, decidieron fabricarse su propio nueve, sin esperar a que ningún directivo tuviera que rascarse el bolsillo. Vallecas, Santander y Cornellà (o, lo que es lo mismo, Rayo, Racing y Betis) han sido su NUEVE particular. Tres de tres victorias. Tres goles. Nueve puntos.

Algunos seguirán diciendo, no exentos de razón, que seguimos sin un killer que asegure victorias en partidos trabados. Como eso vale un pastón (el Atleti ha pagado 40 kilos por Falcao, y van como van a pesar de sus goles), más vale echarle imaginación. En  nuestro caso, sacar a Álvaro de titular para que haga correr a la defensa rival  hasta la extenuación, y aprovechar ese cansancio para colocar a un Pandiani que en quince minutos te la lía a la que le des un metro cuadrado de libertad. Además, esos minutos de Álvaro son una fantástica inversión de futuro en cuanto comiencen a entrar los balones en la portería, que entrarán. Otra cosa es que cuando consiga más de diez goles, el área económica le cosa en la zamarra un código de barras con el precio encriptado.

Sin embargo, lo más importante de esos nueve puntos creo que ha sido la sensación de solidez defensiva que ha dado el equipo. Como el pasado año, un Raúl Rodríguez inmenso nos ha sorprendido en el centro de la defensa. Si se llamara Rodrigovic y lo hubiéramos traído deprisa y corriendo de la liga belga, ya lo estaríamos elevando a la categoría de crack. Pero no, la maldición de la zeta impide que un Álvarez, Vázquez, López, Márquez o Rodríguez merezcan algo más. Que dure esa ilusión. Ese plus en la lucha, esa defensa con partidos a cero, es lo que históricamente ha conseguido buenas temporadas para el Espanyol.

Puede que el Málaga nos meta cuatro el domingo. Puede, porque tiene jugadores para hacerlo y se ha gastado en fichajes en los dos últimos años lo que nosotros en una década (o más). Pero si jugamos con la intensidad  de los tres últimos partidos el Málaga tendrá que apelar a la individualidad y la suerte, y estos son factores que en la mayoría de las ocasiones no son suficientes para ganar.


Ni éramos tan malos hace dos semanas, ni somos tan buenos ahora. La única ventaja es que, ganando partidos, los jugadores acaban creyéndose que si son buenos. Que se lo pregunten al Levante....

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