31 de agosto de 2011

MALLORCA, 1 ESPANYOL, 0













El primer partido de esta Liga 2011-12 sólo ha significado una continuidad con toda la segunda vuelta del pasado ejercicio en lo que se refiere a encuentros como visitante. Jugar mal, lo que se dice jugar mal, no lo hemos hecho. El equipo se esfuerza por mostrar un fútbol de toque, de posesión de balón y de la situación y hasta una cierta solidez defensiva. Hay que reconocer que a ratos lo consiguen. Pero faltan mimbres. Eso es más que evidente.
No podemos jugar como el actual campeón de la Champions cuando no contamos con jugadores capaces de dar tres pases seguidos al primer toque sin que ninguno de ellos haga un control malo. Tampoco podemos jugar un fútbol demasiado directo, al estilo británico, cuando no tenemos jugadores potentes en el interior del área, y sospechamos que los nuestros se saltaron las clases de centros con rosca desde alevines.

¿Qué nos queda?. Pues, triste consuelo he de reconocer, lo mismo que a la inmensa mayoría de equipos de esta ¿competición? que alguién osó llamar Liga de las Estrellas. Es decir, sufrir partido a partido. Intentar ser el primero en marcar y sí, entonces, esperar las pequeñas brechas que el rival te va a dejar cuando faltando veinte minutos decida ir a por el empate. No hay otra. Analicemos los partidos del pasado año en Cornellà y a domicilio, y veremos que esa es la película que se repite en el 80% de los encuentros.

Palma y el Mallorca nos dejaron unas notas que en forma de picotazos querría resumir en unos cuantos puntos:

1) El árbitro, que no influyó en el resultado excesivamente, volvió a cumplir la ecuación "colegiado nuevo en Primera + Espanyol : derrota segura". Caserillo anduvo el hombre y sus asistentes, con un fuera de juego inexistente en los primeros minutos de escándalo, y especialmente, con la "solo tarjeta amarilla" en la entrada de Hemed a Javi López en el minuto 43. Clavada a la de Marcelo a Fàbregas en la Supercopa. Aquí ni hubo banquillo que saltara a la cancha ni cagómetro arbitral.
2) ¿Mala suerte en el gol bermellón?. Puede ser. Pero cuando dejas chutar a un delantero rival con absoluta comodidad al borde del área, pueden ocurrir estas cosas. Seguimos adoleciendo de contundencia ante el peligro.
3) El día que consigamos un gol de córner, o de jugada tras un saque de banda, habrá que reabrir las fuentes de Montjuïc. Es incomprensible cómo tiramos a la basura estas jugadas, así como las faltas. La última, lanzada por Verdú, fue de partido de 2ª Regional.
4) Iván de la Peña ha creado escuela, pero para mal. Tanto Verdú como Márquez se empeñan en realizar complicados pases a través de las tupidas defensas rivales, siempre por enmedio. En muchas ocasiones, la opción de un compañero a cinco metros desmarcado la vé todo el campo menos ellos. Sí, evidentemente, cuando uno de esos pases sale bien, todos exclamamos un "oohh" de admiración, pero.....  ¿¿ qué pasa con los nueve restantes que acaban en contraataque del rival??.
5) Físicamente el equipo sí me pareció impecable. En la segunda parte se merendó al Mallorca, que pudo disimular su inferioridad al jugar agazapado tras el gol. Ese mismo desgaste, con el marcador a favor, hubiera tenido un resultado muy diferente. El problema es cuando corres tras un rival que va ganando.

Ahora, a esperar al Athletic Club. Con Weiss, con Pandiani, Maduro o quien quiera que la secretaría técnica pueda o quiera (más lo primero que lo segundo, fijo). Que Cornellà ejerza de nuevo de talismán y Llorente pille un resfriado.


20 de agosto de 2011

VALIENTE HUELGA

Los futbolistas, como todo trabajador, tienen derecho a la huelga. Si estudiamos el perfil de la mayoría de dirigentes que gestionan los clubes de fútbol españoles, casi habría que decir que la huelga resulta justificadísima: aquí se ha venido malgastando en casi todo, y al final se incumple en lo principal, pagar a los empleados del club.
Sin embargo, ésta es una huelga en la que rechinan varias circunstancias y argumentos, así que personalmente la tengo "bajo sospecha".
Empecemos por reconocer que la imagen de unos huelguistas que llegan y salen cada día de su trabajo en Ferraris, Porsches y demás coches de lujo patina un poco. Ellos dirán que lo hacen por solidaridad (preciosa palabra con un uso inadecuado en demasiadas ocasiones). ¿Solidaridad? ¿Con los jugadores que no cobran? ¿Con jugadores que han abandonado clubes que sí les pagaban y se han ido a otros que les han prometido el oro y el moro y ahora no pueden cumplir? ¿Con jugadores que dejan que sus representantes les embauquen una y otra vez?. Uuuuffff, qué mal huele esto. Por otro lado, si es solidaridad con los compañeros de 2ª A o 2ª B que apenas pueden pagar el alquiler de sus casas....., ¿por qué no han creado entre ellos un fondo de auténtica solidaridad para paliar estas circunstancias? ¿O es que el 5% de las fichas de los que sí cobran no permitiría paliar situaciones realmente angustiosas?.

Después está el tema de a quién perjudica realmente esta huelga. ¿A los clubes? ¿A TODOS los clubes?. Fue emotivo ver en primera fila de la AFE a jugadores del Real Madrid y FCBarcelona dando la cara por el colectivo. Pero, si tan indignados están por la situación y tan crítica es.... ¿por qué no comenzaron la huelga la semana pasada y boicotearon los partidos de la Supercopa de España?. Ah, no, eso no, que esos son demasiado grandes para hacerles daño. Mejor comenzar en la primera jornada de Liga, y reventar el taquillaje a Betis y Málaga, por ejemplo. En el colmo de la hiprocresía, los jugadores del Barça parece que el lunes sí jugarán el torneo Joan Gamper. Hipócritas, ¿qué clase de huelga es ésta?. Y si la cosa se alargara, porque dinero para pagar parece ser que no hay.... ¿dejarían de jugar los partidos de competiciones europeas los jugadores de esos equipos?. Me voy a echar unas carcajadas.

El auténtico perjudicado es, como siempre, el aficionado, especialmente el que ha pagado su abono de temporada hace dos meses para que esos jugadores pudieran cobrar seguramente parte de las deudas que los clubes tienen con ellos. A ese aficionado, o al que ya había reservado medio de transporte y hotel para seguir a su equipo aprovechando el final de agosto, que le den.... Total, es tan tonto que dentro de unas semanas irá a la tienda del club a comprarse la camiseta y estampar el número y el nombre de uno de esos valientes huelguistas.

Después de haber puesto verdes a unos controladores aéreos que hacen turnos de trabajo próximos a la esclavitud, es curioso cómo este país acepta la huelga de los trabajadores que más posibilidades tienen de apretar las clavijas a sus jefes para conseguir aumentos de sueldo y mejoras en las condiciones de trabajo. Será políticamente incorrecto, pero a mí esta huelga me parece un insulto al resto de paros que llevan a cabo trabajadores con la soga mucho más al cuello.

10 de agosto de 2011

TRES GOLES PARA OLVIDAR, O NO....

Ganar al Barça nos produce una sensación especial. Ya sea en un partido de benjamines, en una competición de dominó o en petanca. Cuando esta victoria, incluso a veces un mísero empate, se produce en un partido de fútbol oficial, retransmitido en directo por la televisión pública catalana y con un trofeo de por medio, adquiere un plus.
Es el plus del resistente, del que está hasta las narices de aguantar la prepotencia del vecino que te restriega cada vez que te lo encuentras en el ascensor que tiene un Porsche en su plaza de parking, mientras tú acabas de perder media hora buscando un hueco en la zona verde de tu barrio para dejar como puedes tu Seat Panda de segunda mano. Siempre hay un día en el que se le inunda el parking y no puede ni sabe aparcar en la calle, y te lo encuentras horrorizado explicándote lo difícil que está el aparcamiento y lo acojonado que está de que le puedan rayar su tesoro. ¿Envidia?: puede ser, pero qué bien sienta.
El 3-0 de ayer noche en la Copa Catalunya no es para tirarse al Llobregat, ni sacar los cohetes que sobraron de las verbenas. Pero tuvo su morbo. Para empezar, el morbo de ver cómo algunos comentaristas de TV3 tenían que soportar el baile que en muchas partes del partido le metió la cantera perica a la culé. Sí, jugaba Luis García, en funciones de monitor de colonias juveniles, pero sus ya idolatrados Deulofeu, Rafinha y compañía se desdibujaron ante el empuje y buen toque de los Thievy, Cristian Alfonso, Clerc, Pirulo y demás. Escuchar las excusas pre, durante y post partido para intentar explicar la derrota de los azulgrana no tuvo precio. Oir a un directivo culé escudándose en los problemas de fechas da risa. Pues que no se vayan de gira, si tanto quieren a esta competición. ¿O acaso contratarían esos partidos en las américas la semana antes de una final de Champions?.  A estos señores podríamos recordarles que cada vez que se enfrentan culés y pericos, la diferencia de presupuestos es de 450 a 45, y bien que lo callan sus medios de comunicación.

Los argumentos culés se fueron cayendo por sí solos a lo largo de los 90 minutos, derribados por un misil llamado Thievy. Si el chaval hace esto en un derbi de primeros equipos en Cornellà, le ponemos su nombre al estadio.

Me gustaría felicitar al amigo Oriol Vidal por sus comentarios marginales en la retransmisión. Demostró cómo la ironía es la mejor arma que podemos sacar los pericos ante tanto babeo azulgrana, y ayer lo bordó. Mediada la primera parte, el "imparcial" Jordi Grau comentó que apenas habían existido ocasiones de gol, a pesar del buen juego. Ahí surge Oriol al quite, y le recuerda que el Espanyol sí las ha tenido a pies de Thievy, Cristian, etc... El realizador (sospecho que pudiera ser perico también), redondea la faena con un rotulito en la parte inferior de la pantalla:  "Ocasions de gol: FCB-0  Espanyol-4". Culé retratado, culé desenmascarado.

No sabemos qué pasará con Osvaldo. Kameni empieza a oler a fantasma en el vestuario, con todos los problemas que eso puede acarrear. Márquez no renueva, nadie sabe porqué. Para echarse a temblar. Sin embargo, tres goles de un chavalín de 19 años en un partido de filiales nos dieron una quizás falsa esperanza y hasta nos hicieron olvidar la manita sevillana de hace una semana... ¡¡ qué loco está el fútbol y qué locos estamos los futboleros !!



2 de agosto de 2011

2 de agosto de 2009

Que el tiempo vuela es una sensación que se acrecienta con el paso de los años. Debe ser por eso que, con casi cincuenta, me parece que era anteayer el día en el que los pericos inauguramos el nuevo estadio de Cornellà-El Prat. Y hoy mismo se cumplen dos años, 730 días.

Las emociones de aquel primer día han quedado impresas en el cerebro y los corazones de todos los pericos que pudieron asistir, desde los más veteranos hasta los más jóvenes. Para los que crecimos en las viejas gradas de Sarrià y nos trasladamos a disgusto al estadio de atletismo de la montaña de Montjuïc, traspasar el torno de entrada de Cornellà aquel 2 de agosto de 2009 y contemplar aquel auténtico campo de fútbol, cerrado, con olor a césped, con sus inmaculados asientos azules, amplitud en las escaleras, lavabos nuevos y videomarcadores modernos, fue lo más parecido a entrar en el cielo que nos prometían los curas en la infancia.

Lo mejor es que a mí, quizás en menor intensidad, me sigue pasando cada vez que voy a ver un partido del Espanyol. Cuando dejo el coche en el parking del centro comercial, a apenas tres tramos de escaleras mecánicas de la puerta 74, me paseo por las tiendas o bien me quedo a comer algo en uno de los múltiples puntos de restauración con el estadio allí mismo, sigo creyendo que es un sueño. En el momento en el que traspaso el torno de entrada al campo, huelo el césped mojado y escucho los primeros rumores o cánticos que llegan de la grada, una sensación de bienestar me recorre el cuerpo. Tal vez es que conforme nos hacemos mayores (pero mayores de verdad) nos gusta sentirnos como niños de vez en cuando y soltarnos los cinturones de adulto. De la misma manera que ayer disfruté, sin excusas de hijos ni sobrinos a los que acompañar, de la película "Cars 2" de la factoría Pixar-Disney, me encanta que me siga asombrando entrar en Cornellà. De la misma forma que me impresionaba subir las escaleras del anfiteatro de Sarrià entre el olor a puro y los rumores de la gente y esperaba que mi padre me comprara el chupón-caramelo, uno de limón para la primera parte y uno de naranja para la segunda.

A todos los que han luchado porque aquel 2 de agosto fuera una realidad y no un sueño, muchas gracias.