Algunos siguen defendiendo que esto no es una liga de dos. Si lo creen de verdad, que sigan escribiendo la carta a los Reyes Magos en diciembre. Si no, es que pertenecen a esa cada vez más grande masa de interesados en vivir, y bien, de este culebrón en el que se ha convertido la Liga Española.
Que sí, que puede que el Levante y el Racing sean capaces de parar al que lleva camino de ser el eterno segundón. A base de poner el autobús en el área y unas decenas de cirios a la patrona local. Quizás tuvieron más suerte que nosotros, y en el minuto 30 no acumulaban tres tarjetas amarillas los jugadores que curiosamente más estaban destacando en ese partido. A veces hasta tienes esa fortuna cuando juegas con uno de los "grandes" y el árbitro de turno se despista.
El Real Madrid presentaba una alineación titular con 11 jugadores internacionales por sus respectivas selecciones. 5 de ellos vigentes campeones mundiales. Aún así, tuvimos que soportar los llantos de sus acólitos en prensa, radio y TV acerca de las bajas que sufrían. Manda narices. Ojo, que nosotros pudimos contraponer nada menos que a Dátolo (que, hay vídeos, sí, jugó con Argentina), Weiss (con la potentísima Eslovaquia), Romaric (Costa de Marfil), Héctor Moreno (México) y un Sergio García que tuvo su momento de gloria -banquillera, eso sí - en la Eurocopa de 2008. No nos podemos quejar, pedazo de llorones.
¿Qué más da que el presupuesto de unos y otros registre un 500-45 de proporción? ¿A qúién le importa?. Lo dijo Pochettino el día anterior en rueda de prensa y no mereció titular alguno. ¿Podían llegar a razonarlo -si son capaces de tal proeza, claro- los enjaulados seguidores merengues del sector visitante de la grada que dedicaron los últimos diez minutos de partido a gritarnos aquello tan bonito de "A Segunda", o "perico vete a tu casa", entre olés por los pases de sus estrellitas en su propio campo?. ¿Podían siquiera mencionarlo los Ronceritos que han invadido las televisiones y redacciones de diarios?
Es el fútbol que tenemos, y quizás el que nos merezcamos en este país. Un país con una cultura deportiva rastrera y ventajista que se manifiesta desde los partidos de benjamines de cualquier competición. Un fútbol que ha decidido no mirar a Europa en la gestión de sus clubes y de su Liga, de la misma forma que hace más de un siglo algún iluminado decidió que de los Pirineos para abajo era mejor inventarse un ancho de vía ferroviario diferente.
El 0-4 del domingo nada tiene que ver con la gestión deportiva, la pretemporada, los fichajes o los traspasos. Fuera vendas de los ojos. Es tan fácil como una regla de tres matemática.... 500 millones de euros es a 45 millones, como..... ¡¡¡ caramba, si aún salimos vivos !!!.
Siempre es un placer leerle a usted, compañero Azuara. Linkado estás en el ermitaño on line.
ResponderEliminarUn abrazo.
leandro