2 de febrero de 2012
DEMASIADO ESTADO PURO
Escribía en la última entrada del 23 de enero sobre el Espanyol en estado puro que nos estaba deparando ese mes. Faltaba algo. Lo sabía yo, y lo sabía cualquier despistado perico que hubiera leído esas líneas. Ese algo tenia nombre propio, y era Mirandés. El nombre es casi una anécdota. A lo largo de nuestra historia se ha llamado Valladolid Promesas, Villarreal versión folk 1992, Terrassa, Nàstic, Manlleu y un largo etcétera de soberanos tortazos.
Muchos pericos estábamos preocupados pensando en un partido de vuelta de semifinales en la temible leonera de San Mamés, y nos encontramos que nuestros chavalines no soportaron siquiera el empuje de Anduva y la presión mediática del "toooooodaaaaaaa Españaaaaaaaa con el Mirandés".Adiós, copa, adiós.
Y para despedir enero, final de fiesta en Cornellà con partido-basura, gol de risa y ¡¡¡ oh, milagro !!!, ayudita arbitral. Como no teníamos suficiente, unos silbidos para el limitado Galán, que la mayoría del estadio acalló con unos aplausos, tan generosos y bienintencionados como surrealistas.
Finalmente, tanta pureza se nos ha subido a la cabeza a todos. ¿Puedo creerme de verdad que vayamos quintos en la clasificación, con los mismos puntos que el cuarto, o fue un error del teletexto? ¿Será cierto que hemos fichado tres tíos, tres, en el mercado de invierno, y que hacen buena pinta?. Aquí está pasando algo, y yo me lo estoy perdiendo. Debe ser la edad, que no perdona. Leo en una encuesta que el 75% de la pericada cree que el objetivo debe ser Europa, y que el 54% piensa que hay que mirar de reojo la Champions. Como el tal Coutinho nos salga medianamente bien, algunos plantearán la visita al Bernabeu como un paseo militar, lo estoy viendo. En fin..... Espanyol en estado puro, 2ª parte.
23 de enero de 2012
ENERO : ESPANYOL EN ESTADO PURO
Hace unos días, viendo el DVD "La força d'un sentiment", escuché a una de las pericas protagonistas cómo explicaría nuestro sentimiento a otra persona. Simplemente, llevándolo a un partido, sentándolo en la grada, y que observara y sobretodo, sintiera.
Desde luego, dio en la diana: no hay otra manera mejor de intentar explicar el club y la afición que esa. Ni mil vídeos ni cien libros que se publicaran podrían hacer entender cómo el Espanyol puede llegar a ser una droga, y de las duras.
Si durante este mes de enero que está a punto de terminar hubiéramos llevado durante todos los partidos al estadio a un amigo no futbolero, éste hubiera tenido dos opciones: o bien pensar que en aquel lugar se congregaban cada pocos días todos los dementes de Catalunya, o simplemente dejarse arrastrar por ese torrente de pasiones y abrazar la fe perica.
¿Cómo explicar con un mínimo de raciocinio la celebración del gol al Barça, tal cual hubiéramos ganado la Champions? ¿Cómo entender que un equipo que hace una primera parte de antología ante el Córdoba, bordea al ko en la segunda, y celebra de nuevo un gol en el 88 que lleva al éxtasis a 20.000 locos? ¿Quién le podría hacer comprender que tras 84 minutos de inoperancia ante un buen 2ªB, el mismo equipo sea capaz de marcar 3 goles en 4 minutos? ¿Cómo decirle que tras quedarnos en 24 horas sin tres delanteros centro, el equipo golea a un Primera división y firma su partido más plácido en la Liga?.
Simplemente, Espanyol en estado puro, una droga dura que se pasa en vena de abuelos, padres o tíos, a hijos y sobrinos. No todos están preparados para soportar sus efectos, ni especialmente para aguantar a los que han optado por la nicotina oficialista y se creen los más guapos. Pero los que caímos en sus redes sabemos que, como los viejos chamanes, podemos ver el fútbol mucho más allá de un gol, una copa o un albornoz canjeable por treinta y dos cupones de cualquier periódico subvencionado.
19 de diciembre de 2011
EL PLACAJE
Los hay que dicen que los pericos nos quejamos en demasía de los arbitrajes. Que lo que un día te quitan, otro te lo dan. Quienes suelen decir esto, habitualmente profesan su amor a unos equipos que comienzan la Liga con unos cuantos puntos de más, regalo del colectivo arbitral. Y cuando por una extraña conjunción astral o bien por un error del juez de turno, les señalan un penalti incorrectamente o les anulan un gol por fuera de juego inexistente, nos lo recuerdan durante una semana, un mes o una eternidad (que se lo invoquen al espíritu de Guruceta).
Nosotros, a sufrir en silencio, como los del Racing, Sporting, Zaragoza, Sevilla y tantos y tantos equipos. Lo que sucede es que el Espanyol encandena una serie de rachas de errores que podrían hacernos sospechar a todos, incluso a los que nos declaramos ingenuos en esto de las confabulaciones federativas. Resulta que somos el equipo con peor balance de penaltis a favor y en contra de los 20 de primera división, y que ni recordamos cuando hemos realizado el último lanzamiento desde los nueve metros. Resulta que tenemos el peor balance también entre tarjetas recibidas y provocadas, a pesar de que en casi todos los encuentros hemos tenido más posesión de balón y nos han hecho más faltas. Resulta que nos han pitado el penalty más absurdo de la reciente historia de la Liga española, tras un balonazo en un ojo, bautizado ya como "ojonalty". Resulta que los porteros visitantes en Cornellà pueden perder tiempo sin ser tarjeteados por el árbitro hasta el minuto 89, mientras a Cristian Álvarez, con 4-1 en el marcador a nuestro favor, le llamó la atención el colegiado el día del Atlético.
Resultan tantas cosas, y tan extrañas, que comienzo a pensar mal. No quiero, pero no me queda otro remedio. Cuando el pasado sábado Sergio García superaba al último defensor del Sporting al borde del área y se disponía a encarar al portero, y fue zancadilleado y después literalmente placado al más puro estilo rugby, lo ví claro. El árbitro no tuvo más remedio que señalar falta, pero dejó al zaguero sportinguista sin tarjeta alguna, cuando reglamento en mano podía hasta haber enseñado la roja (por mucho menos Amat se fue al vestuario en el estadio del Levante).
Si ya de por sí nos cuesta lo que nos cuesta marcar gol, sólo falta que los defensas rivales cuenten con patente de corso para evitar cualquier jugada de peligro nuestra. Jornada a jornada, el Espanyol sigue sufriendo placajes, y no precisamente de los contrarios.
14 de noviembre de 2011
ENGLAND SAVE THE FOOTBALL
"God save the Queen", cantaron casi 80.000 voces el pasado sábado en el Wembley Stadium al inicio del partido entre las selecciones de Inglaterra y España. "England save the football" (Inglaterra guarde al fútbol) pensamos unos cuantos al final del encuentro.
Superados algunos tópicos patrioteros que nos hablaban de la Pérfida Albión en tiempos pretéritos, siempre me he declarado un admirador del fútbol inglés. En mi caso, los sábados por la tarde son para la Premier.
Hay quien afirma gratuitamente que es un fútbol carente de técnica, como si conseguir meter un balón con rosca desde 30 metros al centro del área para que el nueve de tu equipo lo cabecee con ventaja fuera una cuestión de mera fuerza. Es posible que no tenga el gambeteo argentino, el adorado tiki-taka hispano, la sambafútbol brasileira o la picardía italiana. Pero nadie debiera minusvalorar el hecho de que fueron ellos, los ingleses, quienes inventaron este deporte, le dotaron de normas y, lo que es más importante, quienes a principios de este siglo XXI siguen manteniendo más vivo el espíritu de este maravilloso deporte.
Cuando unos iluminados estudiantes de Cambridge crearon las primeras normas hace más de 150 años, ya dejaron bien claro que éste era un juego en el que ganaba el que metía más veces un balón entre tres palos que defendía un equipo rival. Y esto debiera ser lo más importante, al igual que en baloncesto todo se mide por el número de canastas que consiguen, o en beisbol las carreras que consigues tras correr las cuatro bases.
Pero no, el fútbol es tan y tan especial que tiene que dar de comer a muchos ideólogos, filósofos y en general, vividores. Ahora el fútbol resulta que consiste en dar tropecientos toques a la pelota (aunque no ganes ni un metro al rival), obtener una posesión de balón del 70% como mínimo, achicar espacios e inventarse un ADN especial. Sí, perfecto. Todo eso está muy bien cuando además (o como causa de ello) tienes tu equipo repleto de estrellas, de seis o siete tíos que la toquen de maravilla y tres o cuatro que aporten músculo para que los artistas no estén desprotegidos.
Los que ganan, ganan porque tienen los mejores jugadores y sus entrenadores no estropean demasiado el asunto. No mareemos más la perdiz, por favor. Ya lo dijo Cruyff hace unos años: "yo no podría entrenar al Cádiz....". Nos ha fastidiado. Sal con el Cádiz al Bernabeu o al Camp Nou con tres defensas adelantados y te vas con una docena en el saco, y el cese en el mismísimo autobús del equipo.
Por eso, una vez más Inglaterra le hizo el enésimo favor al fútbol ganando a la selección española. Nos recordó a todos que el fútbol consiste en meter el balón en la portería rival. Que pulverizar récords de pases buenos y posesión de pelota no sirve para nada cuando los de enfrente saben defenserse ordenadamente, cuando tú no tienes en tus filas un tío capaz de coger la pelota a 35 metros del arco y regatear a toda la defensa y portero, ni un delantero que sea capaz de cabecear un buen centro (ni laterales que los hagan). Inglaterra la metió una vez. España, se acercó al final, pero nada de nada. ¿Fue mejor la selección española?. Rotundamente no, de la misma forma que no sería mejor un equipo de baloncesto que agotara cada vez los 24 segundos de posesión entre pases por la espalda, pero hiciera 58 puntos, y su rival 60.
El fútbol actual necesita un lavado de tanta tontería, de tanta alabanza excesiva a un juego de toque inútil en mediocampo que, reconozcámoslo ya sin tapujos, comienza a aburrir. El mejor partido que he visto en los últimos meses fue el Chelsea-Arsenal, con un 3-5 para los "gunners", con la pelota corriendo de portería a portería en cuestión de segundos, con los jugadores a tumba abierta sin perder un segundo en lesiones simuladas y, sobre todo, con ocho benditos goles que repartieron emoción hasta el minuto 94 de partido.
Los ingleses regalaron al mundo el invento del fútbol, pero se debieron reservar para ellos los artículos del reglamento que hacen referencia a las áreas y las porterías, porque en buena parte del planeta parecen haber olvidado que existen. Gracias por recordárnolos de vez en cuando. Thanks.
28 de octubre de 2011
YA TENEMOS EL NUEVE
Mauricio y los chicos ya avisaron que estaban hartos de oir hablar del nueve que muchos dicen que le falta al equipo. Así que, tras una rueda de prensa algo subida de tono por parte del míster, decidieron fabricarse su propio nueve, sin esperar a que ningún directivo tuviera que rascarse el bolsillo. Vallecas, Santander y Cornellà (o, lo que es lo mismo, Rayo, Racing y Betis) han sido su NUEVE particular. Tres de tres victorias. Tres goles. Nueve puntos.
Algunos seguirán diciendo, no exentos de razón, que seguimos sin un killer que asegure victorias en partidos trabados. Como eso vale un pastón (el Atleti ha pagado 40 kilos por Falcao, y van como van a pesar de sus goles), más vale echarle imaginación. En nuestro caso, sacar a Álvaro de titular para que haga correr a la defensa rival hasta la extenuación, y aprovechar ese cansancio para colocar a un Pandiani que en quince minutos te la lía a la que le des un metro cuadrado de libertad. Además, esos minutos de Álvaro son una fantástica inversión de futuro en cuanto comiencen a entrar los balones en la portería, que entrarán. Otra cosa es que cuando consiga más de diez goles, el área económica le cosa en la zamarra un código de barras con el precio encriptado.
Sin embargo, lo más importante de esos nueve puntos creo que ha sido la sensación de solidez defensiva que ha dado el equipo. Como el pasado año, un Raúl Rodríguez inmenso nos ha sorprendido en el centro de la defensa. Si se llamara Rodrigovic y lo hubiéramos traído deprisa y corriendo de la liga belga, ya lo estaríamos elevando a la categoría de crack. Pero no, la maldición de la zeta impide que un Álvarez, Vázquez, López, Márquez o Rodríguez merezcan algo más. Que dure esa ilusión. Ese plus en la lucha, esa defensa con partidos a cero, es lo que históricamente ha conseguido buenas temporadas para el Espanyol.
Puede que el Málaga nos meta cuatro el domingo. Puede, porque tiene jugadores para hacerlo y se ha gastado en fichajes en los dos últimos años lo que nosotros en una década (o más). Pero si jugamos con la intensidad de los tres últimos partidos el Málaga tendrá que apelar a la individualidad y la suerte, y estos son factores que en la mayoría de las ocasiones no son suficientes para ganar.
Ni éramos tan malos hace dos semanas, ni somos tan buenos ahora. La única ventaja es que, ganando partidos, los jugadores acaban creyéndose que si son buenos. Que se lo pregunten al Levante....
5 de octubre de 2011
ESTO ES UNA REGLA DE TRES
Algunos siguen defendiendo que esto no es una liga de dos. Si lo creen de verdad, que sigan escribiendo la carta a los Reyes Magos en diciembre. Si no, es que pertenecen a esa cada vez más grande masa de interesados en vivir, y bien, de este culebrón en el que se ha convertido la Liga Española.
Que sí, que puede que el Levante y el Racing sean capaces de parar al que lleva camino de ser el eterno segundón. A base de poner el autobús en el área y unas decenas de cirios a la patrona local. Quizás tuvieron más suerte que nosotros, y en el minuto 30 no acumulaban tres tarjetas amarillas los jugadores que curiosamente más estaban destacando en ese partido. A veces hasta tienes esa fortuna cuando juegas con uno de los "grandes" y el árbitro de turno se despista.
El Real Madrid presentaba una alineación titular con 11 jugadores internacionales por sus respectivas selecciones. 5 de ellos vigentes campeones mundiales. Aún así, tuvimos que soportar los llantos de sus acólitos en prensa, radio y TV acerca de las bajas que sufrían. Manda narices. Ojo, que nosotros pudimos contraponer nada menos que a Dátolo (que, hay vídeos, sí, jugó con Argentina), Weiss (con la potentísima Eslovaquia), Romaric (Costa de Marfil), Héctor Moreno (México) y un Sergio García que tuvo su momento de gloria -banquillera, eso sí - en la Eurocopa de 2008. No nos podemos quejar, pedazo de llorones.
¿Qué más da que el presupuesto de unos y otros registre un 500-45 de proporción? ¿A qúién le importa?. Lo dijo Pochettino el día anterior en rueda de prensa y no mereció titular alguno. ¿Podían llegar a razonarlo -si son capaces de tal proeza, claro- los enjaulados seguidores merengues del sector visitante de la grada que dedicaron los últimos diez minutos de partido a gritarnos aquello tan bonito de "A Segunda", o "perico vete a tu casa", entre olés por los pases de sus estrellitas en su propio campo?. ¿Podían siquiera mencionarlo los Ronceritos que han invadido las televisiones y redacciones de diarios?
Es el fútbol que tenemos, y quizás el que nos merezcamos en este país. Un país con una cultura deportiva rastrera y ventajista que se manifiesta desde los partidos de benjamines de cualquier competición. Un fútbol que ha decidido no mirar a Europa en la gestión de sus clubes y de su Liga, de la misma forma que hace más de un siglo algún iluminado decidió que de los Pirineos para abajo era mejor inventarse un ancho de vía ferroviario diferente.
El 0-4 del domingo nada tiene que ver con la gestión deportiva, la pretemporada, los fichajes o los traspasos. Fuera vendas de los ojos. Es tan fácil como una regla de tres matemática.... 500 millones de euros es a 45 millones, como..... ¡¡¡ caramba, si aún salimos vivos !!!.
23 de septiembre de 2011
Y SIEMPRE ACABAMOS CON EL RIFLE...
Dicen que la historia siempre se repite. En el fútbol, seguro. Ayer por la noche, una vez más, un Rifle nos sacó las castañas del fuego en el momento más oportuno. No era la primera vez, y hasta deseo que no sea la última.
No hace falta una gran memoria para acordarse de un gol de Walter Pandiani ante el Deportivo en un partido de ida de semifinal de Copa, en el último suspiro, que a la postre significó un título. Tampoco hay que ser un estudioso del fútbol o del Espanyol para recordar aquellos once goles en la UEFA 2006/2007, que nos valieron una final europea de la que él no pudo disfrutar como titular. Sí hay que hilar un poco más fino para acordarse de que fue él quien peinó de cabeza un pase de largo de Dani Jarque, y que fue a parar a los pies de Coro en el tiempo de añadido contra la Real Sociedad un 13 de mayo de 2006. El final de la jugada lo conocemos todos.
De nada sirvió todo eso para que incomprensiblemente acabáramos regalándolo a Osasuna, en un extraño cambio por Valdo, cuyos números y rendimiento deberían haber bastado para cesar a algún responsable deportivo. Cuatro años más tarde, Walter, su camión y sus goles están de vuelta. Hay quien dice que ya no está para noventa minutos. Puede. Otros añaden que sus 35 años no son la mejor acreditación para un fichaje. Yo me quedo con los hechos: minutos ante el Athletic templando el partido, media parte ante el Zaragoza en la que el equipo jugó mejor. Ayer, unos minutos para crear peligro en las cuatro acciones en las que intervino, y acabar como siempre lo ha hecho: marcando en el minuto 92. Como un killer. Buscando el rechace en el área, chutando a reventar, y dejando al rival sin posible respuesta por falta de tiempo.
Los viejos pistoleros del oeste desconfiaron de las metralletas. Un buen rifle les aseguraba necesitar menos munición y más fiabilidad. Un disparo, a lo sumo dos, y blanco. En el Espanyol parece que hemos desempolvado también el viejo rifle del armario cuando hemos descubierto que la metralleta disparaba mucho, pero a veces sin ton ni son.
12 de septiembre de 2011
ESPANYOL-2 ATHLETIC-1: COMO HACE 34 AÑOS


Cayeron los tres primeros puntos de la Liga. Más exactamente, de nuestra liga, porque el Athletic, con sus mundialistas y su entrenador de relumbrón (¿de dónde sacará tanto fan Bielsa?),es uno de los equipos de esa liga particular que disputamos catorce de los veinte clubes de Primera. No parece que tenga que sufrir demasiado, tampoco está para Champions, pero su devenir dependerá de la fortaleza de San Mamés y de que los golpes de la fortuna sean favorables o desfavorables. Vamos, como nosotros, sin ir más lejos.
El partido me ha gustado. Incluso para ser la segunda jornada que se disputa, el ritmo de juego ha sido intenso por ambas partes. Se podrá seguir argumentando que el equipo adolece de cierta picardía veterana en lances puntuales, pero lo suple con ilusión. Y cuando sea necesaria esa dosis de veteranía, ya hemos visto que podremos contar con "papá" Walter, especialmente si consigue el puntito de forma que ahora le falta.
Christian Álvarez ha pasado con nota un nuevo examen. El pobre chaval va a tener que seguir conviviendo con la alargada sombra del Ambicioso Carlitos y demostrar partido a partido que, además de parar lo que va a puerta, también sabe salir de puños en los balones aéreos. Injusto peaje, desde luego.
De los demás, habrá que destacar que Sergio García se ha vuelto a reencontrar con el gol. Ambos de nueve, oportunista, como debe ser. Baena, casi a la chita callando, ha estado omnipresente en el mediocampo, especialmente cuando el balón no rodaba por el césped o andaba dividido entre leones y pericos. Los demás, incluyendo a los más jóvenes, han estado a un buen nivel en cuanto a lucha, aunque en lo referente a aspectos técnicos alguno aún se ha ganado el "debe seguir progresando" (si puede). Forlín continúa haciéndonos añorar a Jordi Amat, y por ahí sí que las carencias del equipo pueden seguir pasándonos factura, sobre todo en los partidos como visitantes.
Iba hacia el estadio pensando que hacía 34 años, justo el dia de la Diada de 1977, también Espanyol y Athletic se enfrentaron en la segunda jornada de Liga en partido nocturno y televisado . Ambos llegaban también con cero puntos los periquitos y uno los bilbainos. ¿El resultado de entonces?: curiosamente, un 2-1 para el Espanyol con goles de Solsona y Marañón. Fue el primer partido en Sarrià con vallas alrededor del terreno de juego y unas gradas semivacías. Quizás teníamos más nombres en el campo, pero nuestra realidad social y nuestro estadio no tenían ni punto de comparación con la situación actual. Yo me quedo con lo de ahora.
31 de agosto de 2011
MALLORCA, 1 ESPANYOL, 0
El primer partido de esta Liga 2011-12 sólo ha significado una continuidad con toda la segunda vuelta del pasado ejercicio en lo que se refiere a encuentros como visitante. Jugar mal, lo que se dice jugar mal, no lo hemos hecho. El equipo se esfuerza por mostrar un fútbol de toque, de posesión de balón y de la situación y hasta una cierta solidez defensiva. Hay que reconocer que a ratos lo consiguen. Pero faltan mimbres. Eso es más que evidente.
No podemos jugar como el actual campeón de la Champions cuando no contamos con jugadores capaces de dar tres pases seguidos al primer toque sin que ninguno de ellos haga un control malo. Tampoco podemos jugar un fútbol demasiado directo, al estilo británico, cuando no tenemos jugadores potentes en el interior del área, y sospechamos que los nuestros se saltaron las clases de centros con rosca desde alevines.
¿Qué nos queda?. Pues, triste consuelo he de reconocer, lo mismo que a la inmensa mayoría de equipos de esta ¿competición? que alguién osó llamar Liga de las Estrellas. Es decir, sufrir partido a partido. Intentar ser el primero en marcar y sí, entonces, esperar las pequeñas brechas que el rival te va a dejar cuando faltando veinte minutos decida ir a por el empate. No hay otra. Analicemos los partidos del pasado año en Cornellà y a domicilio, y veremos que esa es la película que se repite en el 80% de los encuentros.
Palma y el Mallorca nos dejaron unas notas que en forma de picotazos querría resumir en unos cuantos puntos:
1) El árbitro, que no influyó en el resultado excesivamente, volvió a cumplir la ecuación "colegiado nuevo en Primera + Espanyol : derrota segura". Caserillo anduvo el hombre y sus asistentes, con un fuera de juego inexistente en los primeros minutos de escándalo, y especialmente, con la "solo tarjeta amarilla" en la entrada de Hemed a Javi López en el minuto 43. Clavada a la de Marcelo a Fàbregas en la Supercopa. Aquí ni hubo banquillo que saltara a la cancha ni cagómetro arbitral.
2) ¿Mala suerte en el gol bermellón?. Puede ser. Pero cuando dejas chutar a un delantero rival con absoluta comodidad al borde del área, pueden ocurrir estas cosas. Seguimos adoleciendo de contundencia ante el peligro.
3) El día que consigamos un gol de córner, o de jugada tras un saque de banda, habrá que reabrir las fuentes de Montjuïc. Es incomprensible cómo tiramos a la basura estas jugadas, así como las faltas. La última, lanzada por Verdú, fue de partido de 2ª Regional.
4) Iván de la Peña ha creado escuela, pero para mal. Tanto Verdú como Márquez se empeñan en realizar complicados pases a través de las tupidas defensas rivales, siempre por enmedio. En muchas ocasiones, la opción de un compañero a cinco metros desmarcado la vé todo el campo menos ellos. Sí, evidentemente, cuando uno de esos pases sale bien, todos exclamamos un "oohh" de admiración, pero..... ¿¿ qué pasa con los nueve restantes que acaban en contraataque del rival??.
5) Físicamente el equipo sí me pareció impecable. En la segunda parte se merendó al Mallorca, que pudo disimular su inferioridad al jugar agazapado tras el gol. Ese mismo desgaste, con el marcador a favor, hubiera tenido un resultado muy diferente. El problema es cuando corres tras un rival que va ganando.
Ahora, a esperar al Athletic Club. Con Weiss, con Pandiani, Maduro o quien quiera que la secretaría técnica pueda o quiera (más lo primero que lo segundo, fijo). Que Cornellà ejerza de nuevo de talismán y Llorente pille un resfriado.
20 de agosto de 2011
VALIENTE HUELGA
Los futbolistas, como todo trabajador, tienen derecho a la huelga. Si estudiamos el perfil de la mayoría de dirigentes que gestionan los clubes de fútbol españoles, casi habría que decir que la huelga resulta justificadísima: aquí se ha venido malgastando en casi todo, y al final se incumple en lo principal, pagar a los empleados del club.
Sin embargo, ésta es una huelga en la que rechinan varias circunstancias y argumentos, así que personalmente la tengo "bajo sospecha".
Empecemos por reconocer que la imagen de unos huelguistas que llegan y salen cada día de su trabajo en Ferraris, Porsches y demás coches de lujo patina un poco. Ellos dirán que lo hacen por solidaridad (preciosa palabra con un uso inadecuado en demasiadas ocasiones). ¿Solidaridad? ¿Con los jugadores que no cobran? ¿Con jugadores que han abandonado clubes que sí les pagaban y se han ido a otros que les han prometido el oro y el moro y ahora no pueden cumplir? ¿Con jugadores que dejan que sus representantes les embauquen una y otra vez?. Uuuuffff, qué mal huele esto. Por otro lado, si es solidaridad con los compañeros de 2ª A o 2ª B que apenas pueden pagar el alquiler de sus casas....., ¿por qué no han creado entre ellos un fondo de auténtica solidaridad para paliar estas circunstancias? ¿O es que el 5% de las fichas de los que sí cobran no permitiría paliar situaciones realmente angustiosas?.
Después está el tema de a quién perjudica realmente esta huelga. ¿A los clubes? ¿A TODOS los clubes?. Fue emotivo ver en primera fila de la AFE a jugadores del Real Madrid y FCBarcelona dando la cara por el colectivo. Pero, si tan indignados están por la situación y tan crítica es.... ¿por qué no comenzaron la huelga la semana pasada y boicotearon los partidos de la Supercopa de España?. Ah, no, eso no, que esos son demasiado grandes para hacerles daño. Mejor comenzar en la primera jornada de Liga, y reventar el taquillaje a Betis y Málaga, por ejemplo. En el colmo de la hiprocresía, los jugadores del Barça parece que el lunes sí jugarán el torneo Joan Gamper. Hipócritas, ¿qué clase de huelga es ésta?. Y si la cosa se alargara, porque dinero para pagar parece ser que no hay.... ¿dejarían de jugar los partidos de competiciones europeas los jugadores de esos equipos?. Me voy a echar unas carcajadas.

Después de haber puesto verdes a unos controladores aéreos que hacen turnos de trabajo próximos a la esclavitud, es curioso cómo este país acepta la huelga de los trabajadores que más posibilidades tienen de apretar las clavijas a sus jefes para conseguir aumentos de sueldo y mejoras en las condiciones de trabajo. Será políticamente incorrecto, pero a mí esta huelga me parece un insulto al resto de paros que llevan a cabo trabajadores con la soga mucho más al cuello.
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